A un año del cambio

Hoy se cumple un año en que se materializó mi decisión de cambiar la forma en que trabajo, al dejar mi puesto en Gobierno del Estado para trabajar por mi cuenta.

Durante este año he tenido la fortuna de tener muchos trabajos, algunos mejor pagados que otros, y que van completando poco a poco el chivo. La neta aún no llego a ganar lo mismo que en mi anterior puesto, pero cada vez me convenzo  más de que voy por el camino correcto porque puedo decir que no me dedico a algo que no me guste.

Este año he trabajado al menos una vez de:

• Profe de Universidad
• Profe particular de matemáticas
• Gestor de proyectos
• Músico: banda de reggae, banda de rock, banda de funk, banda de payasos, acompañante de cantantes, solista, arreglista, proyecto de música original donde empiezo a descubrirme como compositor.
• Diseñador de presentaciones ejecutivas
• Diseñador de logotipos
• Caricaturista e ilustrador
• Montaje de páginas web
• Edición de videos institucionales
• Desarrollador de software
• Colaborador en Portal de noticias (Contrapunto News) y en Radio Fórmula
• Instalador de proyectores y accesorios en inmuebles
• Fotógrafo
• Conferencista sobre el uso de tecnología
• Demostrador de tabletas electrónicas
• Mantenimiento a equipos de cómputo
• Perito en materia informática

Aún me siento en etapa de exploración de por dónde será el camino, y atento a dejarme fluir por donde la vida va dictando, y confiando en la brújula interna del “felizometro”. La vida pone en el camino a las personas adecuadas y precisas en los momentos necesarios y las puertas se abren, nomas hay que estar al tiro para verlas.

Lo que sí tengo muy claro es que es muy posible dedicarme y vivir de lo que más disfruto y tener justo lo necesario.

Como dice el maestro Jorge Drexler,  hay que amar la trama más que el desenlace.